martes, 24 de marzo de 2009

Empleado #215

Muy buenas tardes, el título de esta entrada podría ser perfectamente el título de una historia ambientada en un futuro lejano, en el que cada persona, fuese eso, un numerito, una pequeña hormiga que da parte de su recaudación a las arcas del estado y un pequeño obrero, un número que produciese X cantidades para una empresa Y.

Le suena la historia verdad? Parece que el futuro ya está aquí, estoy harto de escuchar esa subrogación a cualquier mente, que dice que las personas son el capital más importante de la empresa. Razón tiene, la empresa aumenta siempre su capital del mismo modo y termina obteniendo beneficio directo o indirecto del trabajo que hacen otros, los mismos, tu y yo.


Quizá me engañe mi idea pesimista, pero este modelo de economía empresarial, este simple hecho de realizar cosas que no concuerdan con la idea que muchos tenemos de igualdad, puede conmigo, me parece una burla, una tomadura de pelo en definitiva. Pero eso si empleando muchísima diplomacia, debería inventarme otro tipo de eufemismos como exclavitud remunerada. MEjor poner una ilustracion de eneko que me ha hecho bastante gracia.

En tiempos de crisis o de no bonanza económica se notan cada vez más este tipo de elementos, fugas masivas de directivos con primas que nos hacen preguntarnos, como pueden tener tanto dinero por una parte y sin embargo a nosotros costarnos dios y ayuda que a lo mejor nos paguen un parking o la gasolina por habernos desplazado a cliente, a un precio realmente irrisorio.


Cuanto dinero se lleva un CEO, que imagino que será una cantidad inmensa de ceros, frente a lo que tiene el de responsabilidad? Sino fijaros, en el caso más claro, los pollos de Morgan Stanley , o Madoff, los primeros, uno de los bancos hipotecarios más importantes de EEUU, con una quiebra que salto a las noticias de todo el globo y escandalosamente el día anterior, se habían ido todos sus directivos a celebrarlo a un sitio que para ellos debía ser una minucia, pero para el resto de los mortales un lujazo no disponible nada más que disponible para los abultados bolsillos de esta gentuza de traje italiano y camisa de seda.

Y eso nos lleva a preguntarnos, no sólo si es justo, sino si esto debemos aguantarlo, o no hay nadie que levante la voz, y se niegue a que los de siempre saquen lucro de nuestro sudor?

2 comentarios:

Selara Majere dijo...

Yo sigo pensando que la solución es una nueva revolución francesa, pero en vez de nobles, decapitamos banqueros y CEO.

HILARIO CELADA dijo...

Hola Rubén.Veo que has cambiado el diseño del blog. Está bien.Me ha gustado la viñeta que acompaña al texto.Lo que cuentas es la cruda realidad y en el medio en el que tú trabajas más agudizado todavía y empeorado por la "santa crisis".
La solución suele ser tirar para adelante hasta que salga algo mejor o echarse la manta y buscar algo que realmente te interese sin que te sientas explotado. ¿Difícil?
No lo sé, pero no hay muchas salidas. Lo ideal pocas veces se da y lo justo muchas veces brilla por su ausencia en esta vida nuestra.Ánimo y a seguir luchando de una u otra manera. Oye dime si puedes venir a la comida en MEDINA,que tengo que atar algunos cabos.